La mayoría de las personas que trabajan en la adivinación, son falsas. Sí, esto parece increíble pero desafortunadamente lo es. Lo más triste del asunto, es que esta situación la ha generado la misma comunidad. Porque es cegada por lo que quiere escuchar, y cuando esta disposición está expresa, abunda y es difícil reconocer a un vidente falso.
Fíjate en lo que el vidente dice, acaso, ¿espera que hables para él seguir? He aquí otro aspecto para que dudes. Los falsos videntes siempre esperan que la persona hable para empezar a deducir sus problemas y darle su “adivinación”, lo normal es darle una primera información básica para que pueda centrarse en ti.
Otro aspecto para descubrir al impostor, es determinar si cuando dice algo, no lo afirma o niega, sino que lo pregunta.
Además de esto, la pregunta que hace es ambigua, ¿se le murió algún familiar? Tiene que decir si cercano o no, si hace poco o mucho, debe ser concreto de lo contrario, duda de él.
Grandes impostores en la historia se hecho famosos en la web, esta como bien es sabido, es muy insegura e incluso para esto, se presta para mentir y engañar, por lo que es común encontrar falsos tarotistas. Aunque por supuesto, también sucede todo lo contrario.
Consejos para reconocer a un vidente falso
Una de las cosas más difíciles para las personas que acuden al vidente o tarotista para conocer sobre alguna situación es determinar cuándo son falsos y cuándo no.
Aunque en la actualidad es muy difícil detectar a los estafadores, hay manera de hacerlos caer, y la regla de oro es, no hables mucho. Escucha y no seas muy expresivo, si tienes preguntas hazlas, comentarios, lo que sea pero siempre muéstrate sereno y muy analítico.
Vale la pena comentar que esta habilidad es bastante real y la tienen muchas personas, tanto en la web como en casas especializadas, puedes optar por cualquiera, pero manteniendo siempre la objetividad y los pies en la tierra.
Recuerda que el tarot marca siempre en primera instancia el pasado, así que si este está acertado, espera una buena lectura para lo que vienen.
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